EL PASTILLO, dulce del Somontano



Qué son los pastillos? Se trata de unas tortas hechas de masa de pan, es decir, de harina, levadura, agua y sal, a las que se les añade huevo, aceite, anís y azúcar. El pastillo tiene una forma especial: al hacerlo, se extiende un rectángulo de masa, se le ponen encima trocitos de nuez, manzana o calabaza (cabello de ángel) y, luego, se cubre con otra capa de masa, plegándola y cerrándola en los bordes, con lo que quedan rellenos del alimento elegido.

Antiguamente, durante los días previos a la Navidad las mujeres iban al horno a hacer cada una de ellas sus pastillos. Tenían que ir el día que los responsables del horno establecían, que solían ser los tres días anteriores al día de Navidad. Jesús Pallaruelo Salinas, de ‘casa Jacinta’ que trabajó siempre en el horno familiar, nos cuenta que acostumbraban a convocar a las mujeres de diez en diez, para que pudieran trabajar con cierto desahogo. Al cabo de una de estas jornadas se llegaban a cocer más de doscientos pastillos en el horno.

Ni que decir tiene que se formaba una gran algarabía, pues cada una llegaba allí provista de sus cosas. Amasaban lo que tenían que amasar mientras hablaban de lo que tenían que hablar y de lo otro también, reían y discutían, y a la hora de meter sus obras de arte en el horno no se olvidaba nadie de poner o hacer una señal en el pastillo, para identificar los que cada una había hecho, porque, aunque los ingredientes eran los mismo, todas estaban convencidas de que los suyos eran los mejores...


Ahora se comen pastillos todo el año. Solemos comprarlos en Barbastro (Huesca). En algunas zonas recibe el nombre de empanadico; antiguamente se
 comía desde primeros de otoño y era un postre  navideño.

La receta que os traigo es de una conocida de Barbastro, es una receta familiar que le pedí este verano y he querido probarla, es fácil de elaborar y  el resultado estupendo.
Si quieres hacer este empanadico necesitas:

Para el relleno
  • Calabaza pelada (si tienes, de rabiqué)
  • azúcar
  • canela en polvo
La forma tradicional es cortar la calabaza como para tortilla de patatas, yo la primera vez lo hice así pero la siguiente la  rallé grueso; ponla en una fuente con bastante azúcar y  canela y dejala macerar una hora, este paso es fundamental.

Para la masa
  • 100 ml de vino blanco, del que tú te beberias en un copa
  • 100 de aceite suave, de semillas
  • 350 de harina
  • una cucharada de azúcar
  • un huevo
  • aceite de oliva


*En un bol  ponemos los ingredientes, mezclamos primero con una cuchara, y enseguida pasamos a las manos, trabajamos bien y vamos golpeando la masa contra la tabla o mesa, estirando con las manos; dejamos reposar.
*En la bandeja del horno colocamos papel vegetal de hornear, hacemos un rectangulo de 30 por 38 cm con parte de la masa, el resultado debe de ser un pliego fino, cubrimos con la calabaza la mitad de la superficie dejando un pequeño borde para poder cerrarla; la altura aproximada del relleno de dedo y medio, porque  luego en el horno baja bastante. Ayudandote con el papel une los dos extremos y cierra  doblando todo el borde para que no se salga la calabaza.
Espolvorea con bastante azúcar, y añade unos hilos de aceite de oliva (se pone canela también pero yo no la pongo porque así queda más crujiente)
*Con el resto de la masa hice unos pequeños pastelitos.
*Horno precalentado 210º 20 minutos solo calor abajo, 170º 22 minutos calor arriba y abajo. Altura de la bandeja media baja.


Este dulce de Otoño forma parte de la cultura gastronómica y la tradición del Somontano de Huesca, tierra de buenos vinos y  de gentes que saben disfrutar de la vida.
Un delicioso manjar.

***